Gracias a la tecnología de la comunicación, trabajar desde casa se ha vuelto una realidad a la que muchos pueden acceder; con sus ventajas y desventajas, cada vez más profesionales se deciden por apostarle al trabajo independiente, es decir, freelance.

Entre las ventajas más obvias está el sueño de todos: ser tu propio jefe. Y todo lo que esto conlleva, desde luego.

Por supuesto, no todos los trabajos pueden realizarse de forma remota. Pero muchas de las labores de oficina de hoy en día, se pueden llevar perfectamente desde cualquier sitio con una PC e internet. Toda labor que involucre únicamente un software e internet se puede trabajar remotamente.

Las áreas más comunes son el diseño, programación, marketing, redacción y otro similares. Pero hay muchos más trabajos que puedes hacer desde casa.

Por supuesto, decidirte a trabajar freelance es una decisión que toma tiempo para algunos.

Si aún no has dado el paso o si estás comenzando con el trabajo freelance, hoy te contamos las ventajas y desventajas de trabajar desde casa.

Ventajas de trabajar desde casa

Estas son algunas de las ventajas que puedes sopesar a la hora de elegir trabajar desde casa.

1. No lidiar con el tráfico

Olvídate del tráfico y de las multitudes, del transporte público o los problemas con tu vehículo. O de las largas filas para abordar el metro. Simplemente te levantas, enciendes tu computadora y estás listo.

Al trabajar desde casa, empiezas el día fresco, porque al no movilizarte, te evitas el cansancio y la molestia de la aglomeración, sobre todo si vives en una ciudad populosa.

Por lo tanto, una de las ventajas que sentirás al trabajar desde casa es esa paz mental de no haber lidiado con el tráfico.

2. Te ahorras dinero

Otra ventaja de trabajar desde casa es que no solo no pierdes horas valiosas de tu vida en el tráfico, sino que además ahorras ese dinero en gasolina o transporte (no todos tienen el beneficio de recibir subsidios al transporte).

Por otro lado, el costo de comer fuera es muy alto si se compara con hacer la compra y cocinar en casa. (Eso sí, te tendrás que hacer tu tiempo para hacer la comida).

Además, ahorras en ropa de oficina, zapatos o cualquier otro costo relacionado con el look que debes tener para presentarte en una oficina.

3. Más tiempo con la familia

Otra de las ventajas que definitivamente son muy apreciadas es que tienes más tiempo para pasarlo con tus seres queridos.

Si tu hijo está enfermo, te puedes quedar en casa a cuidarlo. SI el abuelo necesita supervisión, no te irás con el remordimiento de que se queda solo. Al final del día, también tendrás más tiempo para pasar con ellos y compartir.

O si tu mascota necesita que lo lleves urgente al veterinario, puedes encargarte más fácil. Y no es necesario que lo hagas en horario de trabajo. Puedes ir por la tarde, tranquilamente. Mientras otros apenas van camino a casa, tú ya estás allí y solo debes salir hacia el veterinario.

4. Horarios más flexibles

Cuando trabajas desde casa, tienes la facilidad de ajustar tu horario a cualquier eventualidad o incluso tomarte un día libre. O unas horas más de sueño si te sientes muy cansado.

Siempre y cuando estés cumpliendo con tus tiempos de entrega, puedes mover tu horario y flexibilizarlo. Incluso planear una escapada o unas vacaciones cuando quieras. Contrario a una empresa, donde debes esperar un año para tener vacaciones.

Si durante el día necesitas un descanso, puedes tomarlo. O si tus amigos o familia te llaman para almorzar juntos, también tienes la posibilidad.

Por otro lado, en ratos que tengas libres, puedes adelantar cosas pendientes del hogar para tener más despejado el fin de semana.

Solo asegúrate de que realmente estás haciendo las cosas y disfruta la flexibilidad que el trabajo en casa te ofrece.

5. Trabajas más relajado

No hay duda sobre ello. No solo no debes lidiar con los clásicos problemas que pueden darse con colegas o superiores. Sino que además puedes trabajar como quieras, hasta en pijamas, si lo prefieres. 

Literalmente, puedes trabajar en pantuflas y pantalones cortos si quieres y nadie te dirá nada. Siempre y cuando puedas estar presentable a la hora que necesites hacer alguna videollamada, no hay problema. Recuerda tener a la mano ropa más formal para ello o por si de pronto debes reunirte con un cliente en persona.

Por lo demás, trabajando en casa puedes ir a trabajar a tu terraza o a tu sofá favorito. No hay reuniones largas y aburridas y no tienes que seguir ninguna normativa sobre cuánto café es lo más que puedes tomar o dónde no dejar tus cosas.

Tampoco habrá nadie que fiscalice tus llamadas telefónicas, historial de navegación o tus idas al baño, como en ocasiones ocurre en las oficinas. Esto, te permite trabajar más tranquilo.

Además, puedes crear tu ambiente personalizado. Tu espacio ideal. Puedes poner los calendarios que quieras y la decoración que prefieras. El aire acondicionado estará a la temperatura que tú decidas, la iluminación, el nivel de ruido, etc.

Todo para que te sientas más cómodo. Después de todo, estás en tu casa. Puedes ponerla como quieras.

6. Menos distracciones

Esto, por supuesto, depende de cada hogar. Pero generalmente en una oficina la gente te habla, el teléfono suena (y ni siquiera era para ti la llamada). Otros, te piden ayuda con cosas que ni siquiera tienen que ver con el trabajo. Es más, algunos solo quieren contarte un chisme o lo que vieron el otro día, y así por el estilo.

En casa, puedes cerrar la puerta, ponerte tus audífonos y concentrarte en lo que vas a hacer.

Si vas a hacer una llamada importante, también te resultará más fácil hablar que en una oficina llena de voces. No tendrás que correr a buscar una sala desocupada para poder atender a alguien al teléfono.

Por supuesto, si tienes hijos o mascota, esto podría ser menos sencillo. Pero incluso así, es más fácil pedirle a tu hijo que salga un momento que despachar a todos en la oficina para oír.

7. Te organizas mejor tú solo

Si eres del tipo de persona a la que le gusta trabajar solo y con un método específico, trabajar desde la casa te da la posibilidad de tener tu propio espacio y sin el desorden que otros dejan.

Además, puedes seguir el método que quieras y no acoplarte a normas sin sentido que a veces solo duplican pasos y esfuerzo, ni te debes a la burocracia o al tiempo de nadie más.

Desventajas de trabajar desde casa

Por supuesto, por más utópicas que suenen las ventajas de trabajar desde casa, no todo es perfecto en la vida.

Así es. El hecho de no trabajar para una empresa determinada y trabajar en casa, no solo tiene ventajas, sino también desventajas a sopesar. De hecho, algunas de las ventajas mencionadas anteriormente pueden ser un arma de doble filo, como verás a continuación.

1. Falta de autodisciplina

Si no eres bueno para llevar un control de tu carga laboral y no tienes la disciplina de seguir con el horario que te estipulas, aunque sepas que estás cansado (y quieras con todas tus fuerzas ir a perder tiempo a picar algo en la cocina), sin la guía de un superior, puede ser difícil que lleves el nivel de productividad y disciplina para cumplir con lo que se te ha encomendado.

La autodisciplina es una habilidad imprescindible. Si no la tienes, debes trabajar en ella.

La solución: Establecer una rutina con horarios específicos, eliminar distracciones y enfocarte con todas tus fuerzas en sacar el trabajo cada día, sin dejar pendientes.

2. Dificultad para separar la vida laboral de la personal

Por supuesto, parte de la idea de trabajar desde casa es tener más tiempo para ti y los tuyos. Pero a algunas personas les cuesta encontrar el balance o el límite para decir “no, ya no tengo tiempo” a la hora de atender cosas propias de casa, descuidando así el trabajo.

Por el contrario, a otros se les dificulta llegar al final de la tarde y decir “ha sido suficiente por hoy” y apagar su computadora de una vez. Algunos incluso olvidan que es hora de comer a la hora que corresponde. Sobre todo, si vives solo, esto te puede pasar a menudo.

Cualquiera de los dos casos es un problema, ya que debes tener un tiempo de trabajo efectivo y un tiempo de descanso también.

Una solución: Si te resulta difícil cerrar tus tareas o el día, puedes configurar una alarma que suene a la hora en la que sueles almorzar y otra a la hora en la que la mayoría de oficinas cierra. Las 17:00 o las 17:30 es una hora razonable, Luego de eso, cierra, levántate y vete a hacer algo más.

3. Distracciones domésticas

Ahora estarás pensando: “pero si hace rato dijeron que tendría menos distracciones”.

Por supuesto, trabajar desde casa te ofrece menos distracciones de colegas y jefes. Pero si no tienes un espacio especialmente reservado para el trabajo en casa, simplemente podrías distraerte con cualquier otra cosa.

Tal vez caer en la tentación de irte a ver Netflix. Tal vez quedarte jugando con tu mascota… O tal vez hay vecinos ruidosos que te distraen.

Por otro lado, podrías verte tentado a tomar una siestecita o a ir por un café a la cocina y quedarte haciendo otra cosa que demande tu atención en casa.

Lo ideal para que esto no pase: Procura acomodar tu espacio de trabajo en una habitación lejos del ruido de afuera (preferible que dé al jardín y no a la calle principal). Si puedes hacer una pequeña inversión en ventajas que aíslen el ruido o lo minimices, mejor.

Además, no lleves comida para picar a la hora que estás trabajando. Ten agua a la mano, si quieres, pero no te estés levantando a cada momento. Así evitarás también ir a traer lo que sea y que cualquiera en casa se te atraviese en el camino y te pongas a platicar.

4. Gastos e inconvenientes de adecuar una oficina en casa

Por supuesto, no hablamos de un gasto masivo, pero recuerda que sí debes tener un mueble dónde trabajar tranquilo y en una posición cómoda. También, es posible que necesites alguna cosa como un impresor, un escáner o un pequeño archivero.

Al estar en casa, también usarás la energía eléctrica que antes no usabas en tus horas fuera, por lo que tal vez notes un pequeño incremento en tu recibo de energía. Sin mencionar el agua (te sorprenderá que se acaba más rápido al ya no tener el oasis de la oficina y beber agua en casa) o los gastos en café u otros.

Es posible también que, si no contabas con determinado software o herramienta que una empresa te proporcionaba, ahora deberás comprar la licencia.

Es cierto que el gasto no es algo grande, pero tenlo en cuenta: necesitarás más que una computadora y un sofá.

Además, si caes en la tentación de cocinar en casa, por ejemplo, y terminar pidiendo a domicilio de todos modos, el ahorro en comida y transporte, se esfumará de todos modos.

Por otro lado, si tienes una vivienda pequeña, ten en cuenta que tener una oficina en casa afectará el espacio de todos.

5. Menos oportunidades formativas

Uno de los beneficios de trabajar en una empresa es que muchas de ellas invierten en formación o capacitación para sus trabajadores.

Cuando trabajas por tu cuenta, pierdes ese beneficio y si deseas estudiar o formarte en algo más, correrá por tu cuenta. Si tus ingresos generados no son demasiado altos, puedes estar perdiendo una oportunidad formativa.

Sin embargo, si en las empresas en las que has trabajado no se ayuda a los trabajadores en este sentido, realmente no te estás perdiendo de nada.

Por supuesto, eso no significa que te conformes. Procura llevar un pequeño ahorro para inscribirte a cursos al tener cierto monto guardado para ir invirtiendo en tu autoformación y certificación.

Recuerda también que hay muchos cursos gratuitos o a muy bajo precio que puedes aprovechar para ello. Adicionalmente, si cuentas con grado universitario y buscas optimizar tu tiempo para poder seguir estudiando, es un gran momento para buscar maestrías en línea e impulsar tu carrera como profesional independiente.

6. Oportunidades de promoción

Por supuesto, al trabajar freelance, el cielo es el límite. Pero en una empresa tienes la posibilidad de ser promovido a cargos más altos y darte a conocer en un nivel más alto de profesionales de tu área.

Esto puede sonar poco alentador, pero es solucionable si enfocas parte de tu tiempo en buscar la forma de conseguir más clientes y oportunidades de trabajo.  

7. No tendrás compañeros

De nuevo, otra arma de doble filo: Hay muchos que pueden decir que les gusta más trabajar solos. Pero eventualmente, sentirás que no has conocido a nadie nuevo en mucho tiempo. Por otro lado, siendo seres gregarios, los humanos tendemos a necesitar la amistad de otros y pueda que te sientas un poco solo.

A lo mejor, de pronto extrañes las historias de los sobrinitos de tu colega. O a tu compañero, el que hacía bromas a todos.

La solución: Puedes salir a trabajar a un café, restaurante o librería. Eso sí, debe tener un ambiente relajado y de adultos (evita el restaurante de comida rápida con área de juegos).

Si vives en un edificio con área comunes, puedes salir a trabajar al lobby o a las terrazas. Otra alternativa es alquilar un espacio de coworking.

De ese modo podrás estar en contacto con otros profesionales, conocer gente nueva, hacer amigos y encontrar inspiración para hacer mejor tu trabajo.

En síntesis

Las ventajas de trabajar desde casa pueden volverse en tu contra si no sabes manejar tu tiempo. Por otro lado, puede que al volver a un empleo de tiempo completo te des cuenta de que no es lo tuyo y prefieras seguir trabajando en casa.

Después de todo, no hay lugar como el hogar.

De cualquier manera, no es necesario trabajar para una compañía para tener amigos y promoverte. Como puedes ver, siempre está la opción de ir a hacer tu trabajo donde prefieras o de conocer personas a través de espacios de coworking.

Tampoco es necesario atenerte a un empleador para crecer como profesional. Puedes buscar ampliar tu red con otros profesionales como tú en eventos relacionados a tu rubro.

Como has visto, las desventajas mencionadas tienen soluciones que puedes implementar para combatirlas. Todo es cuestión de disciplina y voluntad.

¡Ánimo y muchos éxitos!

 

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